Un éxito del 98,89% en la vía judicial representando a los perjudicados por la comercialización de productos bancarios.
El consumidor digital es cada vez es más habitual en nuestro país. Quizá costó arrancar con esta costumbre de las compras online, tan tradicional en los países de nuestro entorno, pero sobre todo las nuevas generaciones ya no tienen prejuicios a la hora de efectuar sus compras por Internet. Es normal, puesto que los millennials han nacido con las nuevas tecnologías incorporadas a sus vidas.
Con independencia de la edad del comprador, sigue siendo preciso tomar precauciones en este tipo de compras. Las facilidades y rapidez a las que se asocian las operaciones en línea no han de hacernos olvidar que, como consumidores, tenemos derechos y podemos exigirlos.
A continuación, repasamos contigo cuáles son estos derechos. Toma nota.
¿Qué has de tener en cuenta cuando hagas compras online?
En primer lugar, te interesa buscar señales que demuestren que estás contactando con un interlocutor fiable. Nos referimos a que el vendedor ha de estar perfectamente identificado. Tienes que poder buscar con facilidad en su página web datos como el NIF, la denominación social y los modos de contacto. Unas vías de contacto que te permitan recibir una atención personalizada, pues como imaginarás, pueden existir inconvenientes o malentendidos, similares a los que se dan en las tiendas físicas, por los que puedes necesitar ayuda.
Las claves que te hemos explicado no son las únicas que te posibilitarán saber si el site es de confianza. Asimismo, puedes buscar el certificado de seguridad de la página, que será un aval a considerar en las operaciones que realices. Lo mismo podemos señalar acerca de otros protocolos de seguridad, como el candado que debe aparecer en la barra de direcciones y la url comenzando por https y no por http.
Por otro lado, te conviene comprobar las condiciones de la contratación. Si no figuran, no lleves a cabo ningún movimiento. Por ejemplo, tienen que quedar claros los medios de pago, la garantía de los productos y las posibilidades de su devolución, de la misma forma en la que se garantizan en un comercio físico. Los gastos de envío y el plazo de entrega, sin ir más lejos, han de constar en estas condiciones y deben ser cumplidos a rajatabla. De lo contrario, puedes exigir tus derechos al respecto.
La información que generan las operaciones en línea
Por último, recuerda que normativas como la Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPD), la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información y de Comercio Electrónico (LSSICE) y el Reglamento Europeo de Protección de Datos (RGPD) han sido creadas para proteger la información que fluye en estas operaciones.
Entre las premisas que te ofrezcan garantías, recuerda que tienes que dar el consentimiento explícito para recibir comunicaciones o permitir el uso y cesión de tu datos personales.