En los periodos de vacaciones se intensifican las campañas de vigilancia de la DGT, estableciendo cientos de puntos de control de velocidad –fijos o móviles– a lo largo de las carreteras españolas.
Un pequeño despiste o, simplemente relajarnos cuando vamos de vacaciones con la familia, puede darnos más de un susto en la vuelta a casa, al encontrarnos con un par de multas por exceso de velocidad y unos cuantos puntos menos en nuestro permiso de circulación.