Un SWAP es un contrato de permuta financiera, según el cual se intercambian prestaciones –en este caso– entre la entidad bancaria y el cliente. En concreto, y centrándonos en los swaps hipotecarios o también conocidos como clips, lo que el cliente intercambia –aunque esto puede variar según el contrato– es un tipo de interés variable por un tipo fijo.
En teoría, el cliente se cubre ante las fluctuaciones del tipo de interés al alza, de manera que contratando el swap;